Lunatik Teatro

Hace ya algunos años, una cafetería en Carabanchel Bajo, un anuncio por palabras y un inmigrante loco...

Me convenció para afrontar una idea teatral de lo más subversiva. Supongo que me dio el papel principal porque no había nadie más que aceptara un trabajo pagado con la entrada de un público desconocido.

Así empezó mi camino.

Acabé mis estudios de interpretación en la Cuarta Pared de Madrid, estudié dirección teatral, danza contemporánea, un curso superior de audiovisuales, clown, danza africana, distintos seminarios y estudios relacionados con Konstantín Stanislavski, Michael Chekhov, Jerzy Grotowski, Bertolt Brecht…pero sobre todo aprendí a escuchar y a escucharme.

Bueno, es fácil que en el planeta interpretación tengamos una formación amplia y en continuo crecimiento. Las opciones son múltiples, casi infinitas. Lo complicado es saber lo que puedes necesitar y eso nunca es suficiente.

Paralelamente a mi formación realicé diversos trabajos como actor, ayudante de dirección, ayudante como docente teatral, director, fundador de compañías, animaciones, teatro infantil, anuncios, cortometrajes, series...todo ese espectro de arte que much@s atravesamos con ilusión...sin embargo... empecé a sentir predilección por el universo docente.

El contacto con la diversidad en una ciudad tan grande empezó a llenarme.

Di clases a Niñ@s con capacidades diversas o infinitas, adolescentes maravillos@s y cargad@s de insolente juventud, adult@s de hasta 80 años valientes ya atados con la vida...

Tod@s ell@s me aportaron indescriptibles formas de lucha, valentía por vivir y también fragilidad con preciosos matices, silencios necesarios, miradas que no conocía... personas en definitiva que me han enseñado a ser profesor de teatro y a no dejar de disfrutar con ello.

Pasaron los años formando a desconocid@s . Para dejar de serlo junt@s. A tod@s gracias, sin reservas y de corazón.

Yo como profesor y Director de teatro solo soy el resultado de sus vidas que me muestran en cada clase.

Buscando una nueva ilusión que parta de un proyecto cuidado, voluntario y que me estimule; he decidido dejar la escuela de teatro que tanto me dio junto a mi inmigrante favorito Diego, después de 20 años.

También, mis mejores deseos al nuevo equipo directivo que lidera actualmente un proyecto fraguado durante años y del que quisieron hacerse cargo por resultar para ellos motivador. Lo siento, pero necesitaba mi propio espacio. Necesitaba volar.

Quiero situarme en mi arenga personal, hacer el teatro que me gusta e investigar desde mi propio egoísmo creativo en este universo del arte, con los únicos límites que nos propongamos los alumn@s y yo.

Crear un espacio con una dedicación sosegada, donde l@s que formemos parte del proyecto estemos cómod@s dentro de nuestro recurso, el teatro.

Comienza Lunatik Teatro.

Virgilio.